miércoles, 6 de mayo de 2009

Mi noveloblog



Capitulo I

Desde ya hace un tiempo que me ronda por la mente aquel día en el que te conocí, quizás sea la frecuencia con la que te veo ahora, alguna de las muchas canciones en la radio que oigo de ti o el fuego ardiente de esa primer mirada con la cual te sellaste en mi corazón . Sin importar cual fuese el motivo, la realidad es que en este instante no puedo dejar de pensar en ti, y mucho menos, en aquel día en el que te conocí.Ese fresco sábado por la noche, en el que el viento golpeaba mis mejillas cual si quisiere despertarme para el inició de un nuevo juego y a la vez me susurraba al oído que algo bisoño iba a comenzar.Ese día donde el silbido de la soledad señalaba el inicio del partido y el sonido del silencio dejo delimitado aquel final de este nuevo principió.Paresia que todo llevaba hacia un mismo objetivo, pero la pregunta era ¿Qué objetivo era y como haría para hallarlo?
La naturaleza es sabia, no solo ahí que apreciarla por su belleza, si no por todo los que nos brinda, cuenta y da. Ahí que respetarla, ver un poco mas adentro de ella y saber escucharla. La rara predisposición de la naturaleza hacia mi durante ese sábado logro llegar a asustarme, creo que claramente ella no quería que cerrara la puerta de esta oportunidad que iba a surgir. Ella sabia que tenia preparada algo singular para esta nueva capitulo en mi vida.
Yo lo sabía Si, algo extraño sucedió esa noche, y podría jurarlo, lo supe desde el principio.
Desde el momento en el que en la soledad extrañamente me sentí acompañada hasta en el canguelo donde misteriosamente me sentí protegida.
Toda esa noche paresia estar tejido delicadamente con una aguja de gancho, con la cual tuvieron la mesura de no dejar olvidado ningún punto sin tejer.Alguien o algo estaba jugando con migo y el solo echo de hallarme pensando en eso me estaba volviendo loca.
Me hallaba confundida, alli tan sola y expuesta, sentía que algo podía ver y entender completamente todo lo que estaba pensando. Pensar en eso me apaboraba.
Quizás ahora mismo se estén preguntando por que me hallaba, solo en un lugar donde no conocía a nadie.
Aunque yo aun me hallaba viviendo en la Ramar, un pequeño pueblo turístico de la costa argentina con alrededor de 3000 habitantes, mis obligaciones cotidianas se hallaban en Atalay, una ciudad a 45 minutos en auto de alli.
Viajar todos los días era tarea fácil. Repartiéndome el tiempo entre ambos lugares, la vida paresia tener cierta emoción y exceso de adrenalina. En esta época del año donde en más del 75% del tiempo de un día uno puede calentar su piel con los tenues rallos del sol nada paresia pesado. Pero como todo en la vida, esto había comenzado a cambiar, paresia estar llegando su fin, las hojas de los árboles poco a poco comenzaron a cambiar el tono de sus hojas, era como si una repentina ráfaga de pasión hubiera surgido con el fin de invadirlas y sonrojarlas para que tomara esa gama rojiza tan característica de la estación del otoño, de la estación donde el amor párese brotar.



esta capitulo continuara....

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si no habansamos retrosedemos.. sueños fuese de mi fuesza