Que extraño, despertarme en la madrugada oyendo el sonido de la lluvia y pensando en vos. Compañero de viejas andanzas, las cosas ya no son lo mismo. Ya no compartimos las mañanas juntos en el instituto. Las cosas han cambiado tanto desde esos días en los que obligadamente nos juntábamos en un aula para practicar melodías.
Tu siempre fuiste mejor que yo con el instrumento. Me ayudabas y consolabas cuando algo no salía como yo lo soñaba. Me paliabas y hacías enojar cuando me decías frases que me hacían llegar a la realidad.
En ti, encontré una de las personas más hermosas de este diminuto pueblo. Una en la que realmente se que puedo contar cuando lo necesite.
Recuerdo como si fuera ayer el día en que llegaste. Por allá, como por 6º grado de primaria. Habías repetido un año, eras mayor y venias del extranjero. La curiosidad nos mataba a todos. Seria que eras algo distinto a todos los estudiantes nuevos que estábamos acostumbrados a ver. Fuera cual fuera el motivo llamaste mi atención. Pasamos de 6, a 7 y de 7 a 8 de 8 a 9 y de 9 a 1, compartimos horas de aula, creando un pequeño lazo de amistad entre nosotros que hoy me día cuenta que existía mas fuerte de lo que yo pensaba.
Al reencontrarnos hoy en la fiesta, luego de tanto tiempo no lo se. Ese lazo que había quedado en el pasado volvió a la orilla del mar revuelto en el que se halla mi vida.
Párese increíble como las cosas han cambiado.
El primero en dar el paso al costado fuiste tú, el año pasado cuando te cambiaste a otro instituto. Se noto y mucho. Tu mejor amigo vagaba solo por los pasillos de la academia. Tu hermana, un año mas chica seguía siendo tan dulce como siempre con migo. Pero tu presencia ya no estaba ahí y ella no podría remplazarla. No había compañeros de orquesta ni nada que se le pareciera ahora. La calle nos juntaba solo por ocasiones. La noche era la amiga q nos hacia puente. Solo en alguna que otra fiesta nos juntábamos. Mi cumpleaños era uno de esos motivos. Nunca dejaste de acudir a uno desde el día que nos conocimos. Tú le ponías color a las fiestas. Tu ridículo baile y alegría de vivir contagiaban o fastidiaban a los invitados, pero no importa, tú la hacías pasar bien.
Este años la que tomo un camino que nos separo mas aun fui yo. Me cambie a otro instituto diferente del que compartimos y diferente al que tu acudes. Prácticamente quedándonos sin amigos en común. Ya casi me había olvidado completamente de ti. Ni recordaba que seguías en el mismo pueblo. Pero raramente hoy aquí estoy, pensando en ti.
Luego de la fiesta de anoche, que recordé y anhelé aquellas mañanas en las que apenas estábamos entrando en el mundo de la adolescencia y éramos unos niños, desearía con todo mi corazón compartir el instituto con tigo. Quien sabe quizás algún día el viento nos vulva unir. Hoy la vida lo hizo, quizás mañana sea el destino o luego una casualidad, pero si nuestra amistad tiene que ser, será. Yo nunca la dejare de lado, y mi corazón de esperara con los brazos abiertos a nuestro rencuentro como sucedió esta noche. Se, que quedan miles de momentos por vivir juntos amigos, esperare a vivirlos de verdad